Llegó el verano, y con él el calor (algunos días) y qué mejor opción que refrescarnos con aguas saborizadas hechas por nosotros mismos, súper sanas y baratas.
Les cuento que hay muchísimas opciones y las combinaciones de sabores son infinitas, pero en esta oportunidad, voy a compartir con ustedes la que me preparé hoy: pepino, limón y menta.
Aproveché la oportunidad, ya que parte de mi almuerzo incluyó ensalada de pepinos, y a la hora de pelarlo, recordé que iba a reutilizar las cáscaras, y las corté lo más enteras posible, en lugar de cortar rodajas de limón, empleé solamente la cáscara. Luego corté una ramita de menta.
Puse todo dentro de una botella y la llené de agua. La tapé y puse en la heladera.
Recomiendan dejarla reposar durante 1 hora, pero a los 10 minutos ya tiene muchísimo sabor. Obviamente cuánto más la dejen, mayor será el sabor.
Siempre se puede agregar azúcar o jugo de frutas, pero deja de ser tan refrescante. Se puede elegir cualquier fruta para que sea el sabor principal, pero lo ideal es que sea la cáscara sola, no su jugo. De todas maneras es algo con lo que se puede crear libremente. Espero sus sugerencias :)
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